Por websitebuilder
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22 de mayo de 2020
En estos días en los que, la carrera consiste en informar antes que nadie y a cualquier precio, llegando a dar incluso información sin contrastar, y que posteriormente resulta ser falsa, da la impresión que todo vale al amparo del famoso derecho a la información, pero, ¿está este derecho por encima del resto de los derechos? ¿es un derecho ilimitado? Los derechos no son ilimitados; El periodista no puede (más allá de que deba o no porque sea moralmente reprobable) publicar todo lo que él quiera ya que, al hacerlo podría estar conculcando los derechos de un tercero, al amparo de que la noticia que da, él mismo la considera de interés público. ¿Y si no lo es? ¿y si es una apreciación personal suya? ¿y si es puro morbo para subir audiencias? Personalmente no entiendo qué interés público pueda tener que “el chicle” escriba una carta a su familia, en la que incrimine a su mujer, más allá de alertar a la mujer y poder propiciar una fuga de esta gracias a esa información publicada. Esta información que sí que tiene un interés policial, no hace falta que se publique en televisión o prensa escrita, ya que, la policía, que es quien debe tenerla, ya dispondrá de ella, por lo que, podría tratarse de una revelación de secretos por parte del medio que la publique y/o funcionario o persona que haya adquirido dicha carta de forma fraudulenta ya que esta, no es un documento público al que cualquiera puede tener acceso. Si esta carta no ha sido facilitada de manera voluntaria por el destinatario de la misma, en algún momento entre que “el chicle” la escribe, y el momento de su publicación, “alguien” ha debido hacerse con ella, y facilitársela a la prensa, que finalmente es quien la publica. ¿Carece “el chicle” de cualquier derecho, por el hecho de haber cometido el crimen del que se ha declarado autor? ¿Al haberse declarado autor de los hechos, tiene la prensa derecho ilimitado para publicar todo lo concerniente al “chicle” con independencia de la procedencia ilícita o no de la información? Pienso que el avance tecnológico ha propiciado esta carrera entre los medios de comunicación por ser los primeros en dar la noticia. Este avance tecnológico, a priori, a nosotros como usuarios nos viene muy bien ya que disponemos de las noticias prácticamente en tiempo real, pero, hay veces, no todas, pero las hay, en que el periodista de turno, por tener su minuto de gloria, avanza una información sin contrastar cuyas consecuencias son imprevisibles. En este mismo caso, ya hubo una filtración de prensa que puso en peligro la investigación y resolución del caso de Diana Quer, al poner sobre aviso al “chicle” en cuanto a las actuaciones que estaba llevando a cabo la Guardia Civil. En consecuencia, no estaría de más, que el sector periodístico haga examen de conciencia y se plantee si TODO VALE POR LA FAMA.